¿Por qué dormimos peor después de los 65 años?

¿Por qué dormimos peor después de los 65 años?

El sueño es una función vital para el ser humano. Sin embargo, con el paso de los años, es común que surjan problemas relacionados con el sueño. Estos trastornos pueden estar vinculados tanto a la edad como a los hábitos diarios y enfermedades. Pero, ¿qué sucede exactamente en nuestro organismo después de los 65 años que afecta la calidad de nuestro descanso?

La relación entre la edad y los trastornos del sueño

Según la doctora Nieves Fernández Letamendi, especialista en geriatría del Hospital Quirónsalud Zaragoza, aproximadamente el 50% de la población mayor de 65 años presenta algún trastorno de sueño. Estos pueden variar desde somnolencia diurna hasta dificultades para mantener el sueño durante la noche. Pero, ¿por qué ocurre esto? La respuesta se encuentra en los cambios hormonales, el ritmo circadiano y otros factores biológicos que se modifican con la edad.

Factores que afectan el sueño en personas mayores

Existen múltiples factores que pueden alterar el sueño en la tercera edad. Algunos de estos incluyen:
  • Malos hábitos de descanso: Estos pueden deteriorar la calidad del sueño. La exposición a pantallas, el consumo de alimentos pesados o la falta de rutina pueden ser perjudiciales.
  • Cambios en la vida: Adaptarse a una nueva etapa como la jubilación o la viudedad puede ser un desafío. Estos cambios pueden generar ansiedad o estrés, afectando el sueño.
  • Enfermedades asociadas: Afecciones como la insuficiencia cardiaca, EPOC, apnea del sueño, entre otras, pueden influir en los trastornos del sueño.

Consecuencias de no dormir adecuadamente

Dormir mal puede tener diversas repercusiones en la salud y calidad de vida de las personas mayores. No solo se trata de sentirse cansado al día siguiente. La falta de un sueño reparador puede llevar a complicaciones más serias. Algunas de estas consecuencias incluyen fatiga, irritabilidad, mayor riesgo de caídas, depresión y deterioro cognitivo. Además, el sistema inmunológico se debilita, aumentando el riesgo de infecciones y enfermedades.

Consejos para mejorar el sueño después de los 65 años

La doctora Nieves Fernández Letamendi ofrece una serie de medidas de higiene del sueño que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso. Estas recomendaciones no solo buscan solucionar problemas puntuales, sino establecer una rutina saludable para el cuerpo y la mente:
  • Evitar consumir líquidos, cafeína o teína en exceso por la tarde.
  • Establecer horarios regulares para acostarse y levantarse.
  • Utilizar la cama solo para dormir y evitar otras actividades.
  • Mantener condiciones ambientales adecuadas en la habitación.
  • Realizar ejercicios de respiración antes de dormir.
  • Evitar cenas abundantes y el uso del ordenador antes de acostarse.
  • Realizar actividades relajantes antes de dormir, como leer un libro o escuchar música suave.
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco, especialmente en las horas previas al descanso.
  • Realizar actividad física regularmente, pero evitando ejercicios intensos antes de dormir.
  • Si se despierta en medio de la noche y no puede volver a dormir, es recomendable levantarse y hacer alguna actividad tranquila hasta que el sueño regrese.

La importancia de la tecnología y las aplicaciones online

En la era digital, existen diversas herramientas online que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño. Aplicaciones que monitorizan las fases del sueño, dispositivos que regulan la iluminación del dormitorio según nuestro ritmo circadiano o incluso plataformas online que ofrecen sonidos relajantes para conciliar el sueño. Es esencial, sin embargo, utilizar estas herramientas con precaución y siempre priorizar la higiene del sueño natural.

¿Cuándo consultar a un especialista?

Si los problemas de sueño persisten por más de dos semanas, es esencial acudir a un médico para una evaluación adecuada y recibir el tratamiento y las medidas necesarias. Es fundamental no subestimar los trastornos del sueño, ya que pueden ser indicativos de problemas de salud más serios o, a su vez, desencadenar otras complicaciones. En conclusión, el sueño es una parte fundamental de nuestra salud y bienestar. A medida que envejecemos, es natural experimentar cambios en nuestros patrones de sueño. Sin embargo, con las medidas adecuadas y, si es necesario, con la ayuda de profesionales, es posible disfrutar de un descanso reparador incluso después de los 65 años.

Hablando de trastornos del sueño, es posible que te interese el artículo sobre el insomnio. Asimismo, para obtener más información sobre la importancia del descanso en la salud, te recomiendo que revises el artículo sobre el sueño en Wikipedia.

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